Boris Johnson valoró a Javier Milei: "Es fan de la Sra. T. y lo dice, eso es coraje"

En una columna dominical en el Daily Mail Boris Johnson valoró la devoción de Javier Milei hacia Margaret Thatcher. Destacó, “un Presidente argentino con el valor de decir que es admirador de la mujer que derrotó sin piedad y recuperó las islas”.

La columna dominical de Boris Johnson en el Daily Mail celebratoria de Javier Milei por su respaldo a Margaret Thatcher , "A medida que Gran Bretaña se convierte en una tiranía de izquierdas, conozca al presidente argentino con los cojones de tomar una sierra circular para atacar al gran gobierno, luchar por la libertad y decir que ama a la Sra. T".

En su columna señala:

“Estoy sentado en Buenos Aires, en la curiosamente oscura oficina del Presidente de Argentina. Es Javier Milei, de 53 años, el hombre salvaje de patillas pobladas y motosierra que representa el pensamiento de libre mercado de Hayek, quien finalmente está dándole a este hermoso país la medicina económica que necesita.

Han pasado casi diez meses desde su elección y ha estado atacando maniáticamente las excrecencias del Estado, sacando un asombroso cinco por ciento del PIB del gasto público. Tal vez recuerden las imágenes de él, antes de la elección, de pie frente a una enorme pizarra que mostraba al gobierno argentino.

Estaba gritando “¡Afuera! ¡Afuera!” o “¡Fuera! ¡Fuera!” y eliminando oficinas enteras del organigrama. Bueno, lo ha hecho.

De los 23 ministerios que heredó, 8 han sido brutalmente amputados por su rugiente sierra mecánica, y sus funcionarios han sido despedidos para buscar trabajo en el sector privado. Ha eliminado los disparatados subsidios estatales a los combustibles y está aboliendo los desquiciados impuestos peronistas a las exportaciones.

Está enfrentándose a los sindicatos de la aerolínea estatal y está en guerra con los académicos de las universidades financiadas por el Estado. A pesar de su orgía de calculado caos fiscal, su popularidad sigue siendo asombrosamente alta, y con razón.

Poco a poco, lo está logrando. La inflación se mantuvo en un 58% mensual, así es, mensual. Si uno compra una cerveza en uno de los encantadores cafés de esta ciudad, se da cuenta de que los precios se han modificado continuamente con tiza, para permitir carretes de ceros adicionales. Gracias a Milei, esos aumentos de precios se han desacelerado drásticamente, hasta el 2% mensual, y él está totalmente decidido a reducirlos aún más.

Conoce el daño que la inflación ha causado a la Argentina: la destrucción de los medios de vida de los que tienen bajos salarios, la erosión de la confianza y de la inversión. Nos mira con sus brillantes ojos azules y nos cuenta sus planes.

Dice que la pobreza está disminuyendo y que el crecimiento volverá. Y mientras habla, me descubro alentándolo a que siga adelante, a que tenga éxito por el bien de Argentina y del mundo. Creo que lo tendrá, porque es capaz de decir y hacer cosas que ningún presidente argentino ha hecho antes.

Estamos aquí, en el palacio de Evita Perón, y justo afuera está el balcón desde el que ella arengó a las masas. Estamos en el mismo edificio en el que el presidente Galtieri y sus generales con jinetas doradas planearon la invasión de las Malvinas, y sin embargo, aquí tenemos a un Presidente argentino con el valor de decir que es admirador de la mujer que derrotó sin piedad a esa Junta y recuperó las islas.

Sí, amigos, es fan de Margaret Thatcher y lo dice. Eso es valentía, eso es coraje.

Cuando un oponente lo cuestionó por esta confesión y le preguntó cómo podía tener la valentía de elogiar a la mujer que hundió el Belgrano, él respondió con sencillez: era absurdo despreciar a Thatcher, dijo; era como despreciar a Kylian Mbappé por marcar goles contra Argentina.

"Participamos en una guerra y la perdimos", afirmó. Admira a Thatcher por la misma razón que admira a Churchill: porque luchó por lo que, en su opinión, es lo más importante en la economía, la política y la vida: la libertad.

Apoya la libertad del individuo de vivir su vida como le plazca, siempre que no haga daño a los demás. Apoya su derecho a fumar lo que quiera, a amar y casarse con quien quiera.

Apoya la causa de la libertad en todo el mundo: apoya con vigor a Volodomyr Zelensky y a los ucranianos en su lucha contra la agresión neoimperialista de Putin. Respalda con vehemencia a los israelíes contra Hamás y Hezbolá. De hecho, es tan apasionado por el tema que está convirtiéndose al judaísmo.

Está a favor de la libertad científica para clonar animales y tiene cuatro bullmastiffs ingleses clonados a los que llama sus "hijos" y cuya privacidad protege celosamente.

Parece ser la encarnación viviente del libertarismo que defiende, y con cada discurso y tuit refuerza su mensaje en un eslogan que todo votante argentino ya ha escuchado: “¡Viva la libertad, carajo!”.

Por supuesto, se puede pensar que se trata simplemente del tipo de fanatismo nacido de la crisis. Se puede pensar que el libertarismo de Milei es una respuesta a la situación económica única de Argentina, porque ha sido tan terriblemente crónica en el control del endeudamiento y el gasto político que alimenta la inflación.

Por lo tanto, se puede pensar que la misión de Milei no tiene relevancia para nosotros en Gran Bretaña, y allí no estoy tan seguro. ¿Podemos realmente decir que estamos logrando el equilibrio adecuado, aquí en el Reino Unido, entre los poderes del Estado y del individuo?

¿Podemos decir que la llama de la libertad sigue ardiendo con tanta fuerza como antes? Míranos bajo este nuevo gobierno laborista: toda la población, acobardada durante meses mientras esperamos este presupuesto punitivo. Todos estamos sentados con los ojos vendados mientras nos preparamos para que Rachel Reeves nos dé una paliza, sin saber qué instrumento utilizará.

¿Nos va a imponer un impuesto a las ganancias de capital o a las herencias? ¿O romperá la promesa del manifiesto laborista y nos va a dar más seguridad social? Tenemos a inversores globales que se quedan de brazos cruzados o abandonan sus planes; cada vez hay más gente rica que huye del país, de modo que la emigración se está convirtiendo en un problema económico para este país, por primera vez desde los años 70.

Tenemos una serie de nuevas y totalmente inútiles leyes laborales que pretenden dar a los trabajadores el derecho a "desconectarse" los fines de semana y otras tonterías diversas; ¿y podemos decir que el régimen de Starmer está haciendo algo para proteger la libertad del individuo?

Por el contrario, han desechado la medida conservadora para proteger la libertad de expresión en la universidad; y basta con mirar el caso de la niñera Lucy Connolly, de 41 años, que ha estado en prisión durante casi tres años, sólo por algo que publicó en X/Twitter después de los asesinatos de Southport.

Lo que dijo fue vil, verdaderamente horrible. Pidió que se incendiaran los albergues para inmigrantes. Sin duda, merecía ser castigada, tal vez con una multa o con servicios comunitarios. Pero es madre de un niño pequeño, no tiene antecedentes penales y no veo ninguna prueba de que su comentario repugnante (que borró en tres horas) tuviera la intención de que se tomaran medidas en serio.

¿Realmente fue correcto tenerla encerrada durante casi 3 años? ¿En la cárcel? ¿Cuando el gobierno de Starmer está liberando a todo tipo de delincuentes sexuales y violentos graves, porque no hay lugar en las cárceles? Uno se pregunta.

Milei tiene razón en lo que se refiere a la libertad. Es preciosa y puede erosionarse. Bajo este gobierno laborista, el Estado se está apoderando de cada vez más dinero de la gente para que el gobierno lo gaste en nuestro nombre, mientras que el Estado prescribe con cada vez más detalle lo que debemos hacer y decir, incluso lo que debemos pensar.

Llegará un momento en que un día daremos un golpe en la mesa y gritaremos ¡basta! ¡Viva la libertad, carajo!"

• foto Daily Mail