Empezó el juicio por un doble crimen en Río Grande

El crimen de dos hombres durante un enfrentamiento entre bandas vinculadas al narcotráfico comenzó a ser debatido hoy en un juicio oral que tiene a cuatro imputados en el banquillo y que se lleva a cabo en la ciudad de Río Grande, en medio de un operativo de seguridad que no registra antecedentes en la provincia.

La investigación busca determinar las circunstancias en que asesinaron a Víctor Perpetto y Nahuel Roth, cuyos cuerpos acribillados a balazos aparecieron tirados en un descampado de la zona industrial de la ciudad, el 8 de octubre del año pasado.

Por el doble crimen están procesados y detenidos Alejandro Badilla, su hijo Gastón Badilla, Diego Moral y Manuel Guerrero, a quienes les imputan los delitos de "homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por alevosía".

Los investigadores ya demostraron que tanto las víctimas como los victimarios pertenecían a grupos relacionados con la venta de drogas y que varios de ellos cuentan con antecedentes penales y judiciales.

La hipótesis principal de lo ocurrido es que Alejandro y Gastón Badilla, junto a Moral y Guerrero, se encontraban dentro de su vivienda el sábado 8 de octubre cuando Perpetto y Roth llegaron "armados y violentos" reclamando por una entrega de drogas.

Dentro de ese domicilio tuvieron lugar las ejecuciones y los responsables cargaron los cuerpos en un vehículo, en el momento en que llegó al lugar otro grupo de allegados a las víctimas y se originó una persecución en auto con tiroteo incluido por distintas partes de Río Grande.

Tanto esa persecución como el incendio intencional de la vivienda de los Badilla, ocurrido horas después, se investigan por separado con diferentes personas procesadas, todas relacionadas con los mismos grupos de delincuentes.

Las características de este hecho, que tuvo amplia repercusión pública y política en Tierra del Fuego, llevaron a las autoridades judiciales a montar un inédito operativo de seguridad para la realización del juicio, que empezó esta mañana.

Los jueces del Tribunal de Juicio en lo Criminal de Río Grande, Juan José Varela, Eduardo López y Verónica Marchisio dispusieron que las audiencias "no serán públicas" y que "solo se permitirá el ingreso de la prensa acreditada".

La policía del Servicio Penitenciario provincial acordonó tanto el ingreso a la sala como el sector de estacionamiento de vehículos, y estableció una única entrada por un lateral donde cualquier persona debe pasar por un detector de metales, incluidos los abogados y los propios magistrados.

Para la jornada inicial del juicio está prevista la lectura de las acusaciones y las declaraciones indagatorias de los cuatro imputados, mientras que desde mañana comenzarán a comparecen los 40 testigos citados por las partes.

El abogado Francisco Ibarra, querellante en la causa en representación de la madre de las víctimas, sostuvo que "la materialidad del hecho y los responsables de haberlo cometido se encuentran acreditados. Los cuatro acusados son coautores del doble crimen", aseveró el letrado.

También admitió que el juicio "es uno de los más importantes del año por el impacto que tuvieron los hechos y porque en Tierra del Fuego no estamos acostumbrados a este tipo de situaciones", señaló en declaraciones a Radio Fueguina.

Ibarra confirmó que una de las armas utilizadas, calibre 9 milímetros, pudo ser secuestrada por la policía, pero reconoció que el revólver calibre 22 con el que se disparó a la cabeza de las víctimas, "nunca pudo ser hallado".